domingo, 28 de marzo de 2010

LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES

En 1968 George A. Romero era un joven aficionado al cine totalmente desconocido. Su afición le llevó a rodar una película, casi podríamos denominarla como casera, con muy pocos medios. Él mismo se encargó de la dirección, la fotografía e incluso el guión, este último en colaboración con John A. Russo.

Se trataba de una historia de zombies, muertos que vuelven a la vida con unas ansias carnívoras estremecedoras. La película se tituló: “La noche de los muertos vivientes” y con el tiempo se ha convertido en un auténtico clásico del género. Los actores eran, en su mayoría, aficionados, sobre todo amigos y familiares. Como anécdota se puede decir que los extras que hicieron de zombies cobraron la simbólica cifra de 1 dólar.





El argumento es el siguiente: Bárbara (Judith O’Dea) y su hermano Johnny han ido a un pequeño pueblo de Pennsilvannia para visitar la tumba de su padre. Ya en el cementerio, un hombre de andares torpes y lentos, ataca a Bárbara y Johnny, al intentar defenderla, muere golpeándose la cabeza contra una lápida durante el forcejeo.
Bárbara huye perseguida por el extraño individuo. Por fin llega a una casa solitaria en medio del campo, que parece estar deshabitada, en la que se esconde. Poco después llega un hombre, Ben (Duane Jones), huyendo de otros individuos tan extraños como el que la había atacado a ella en el cementerio. En apariencia son personas normales, pero su comportamiento, desde luego, no lo es.

En la radio hablan de una alarma generalizada: Este tipo de ataques se está dando en más lugares y el desconcierto es muy grande, las autoridades no saben qué se debe hacer. Bárbara se encuentra en estado de shock y no ayuda gran cosa, así que Ben tiene que tomar el mando de la situación y aísla la casa, asegurando con maderas puertas y ventanas.

Cada vez hay más gente extraña merodeando por los alrededores, saben que Ben y Bárbara están dentro de la casa e intentar entrar. En las noticias dicen que son muertos que vuelven a la vida y devoran carne humana. Son zombies. Pronto, nuestros protagonistas van a descubrir que no están sólos en la casa, en el sótano hay más gente.

Los zombies han evolucionado mucho desde esta película. Si aquí son torpes y lentos (una se pregunta como es posible que puedan atrapar a alguien, pero el caso es que lo consiguen), en las películas más actuales se han vuelto más ágiles, son rápidos y tienen un cierto sentido del grupo, además, alcanzan velocidades dignas de una olimpiada, amén de otras habilidades como conducir o nadar, incluso en alguna película manejan armas con relativa soltura.

Los orígenes de la curiosa epidemia varían según la película, en este caso es una radiación y en otros es un virus o un experimento que se le ha ido de las manos al gobierno de turno. Por supuesto, la causa pude venir de este mundo o de un planeta perdido en el espacio, eso es lo de menos.

Esta película fue tremendamente innovadora en su época, no solo por el argumento, sino también por la forma de plantearlo y desarrollarlo. Se pueden hacer muchas lecturas y analizarla desde muchos puntos de vista. A mí me gustaría enfocarlo desde el punto de vista de comportamiento de grupo.
Dentro de la casa, cada personaje adopta un rol. Es un estudio interesante que nos muestra distintas formas de reaccionar ante un mismo problema, los recursos, bien innatos o bien aprendidos, con los que cuentan cada uno de ellos. Tenemos, por ejemplo a Bárbara, que reacciona con una ausencia total de reacción, es decir: el problema la supera, así que se refugia en sí misma, delegando en los otros la capacidad de iniciativa. Se vuelve completamente pasiva y renuncia a dar ningún paso o tomar ninguna decisión.

Ese aislamiento perjudica al grupo, no sólo porque no ayuda en las cuestiones más prácticas.(si ayuda a Ben a asegurar las ventanas, acaban antes), también en un momento determinado escucha en los informativos información clave sobre el problema (los zombies contagian su condición a través de los mordiscos) y no la comparte con los demás, poniendo así en riesgo la vida de sus compañeros.

Esa información es vital, puesto que dentro de la casa, hay una niña que ha sido mordida por un zombie, es decir, que en el aparente refugio seguro contra la amenaza exterior, tienen infiltrado al enemigo, pero no lo saben, puesto que la única persona que conoce ese dato no lo comparte.
Pensemos, extrapolando este ejemplo a la vida real, cuantas veces, ante los problemas, nos inhibimos y hacemos oídos sordos a informaciones que podrían ser provechosas para nosotros o para otras personas.

En el polo opuesto tenemos a Ben, que asume que tiene un problema y trata de enfrentarse a él buscando soluciones. Él no se para a lamentar su suerte, o se deja llevar por el pánico, o se paraliza ante la situación. Por el contrario, toma una actitud positiva y activa. Se dice a sí mismo: “Bien, tengo un problema que no entiendo; no se qué es ni por qué pasa, pero tengo que hacer algo para resolverlo. Las explicaciones las dejo para luego, ahora necesito hacer algo para ponernos a salvo a todos”.

Os propongo un juego interesante: consiste en tratar de identificar las diferentes actitudes de los personajes de la casa, con formas de reaccionar ante un problema. Seguro que podéis reconoceros, a vosotros mismos o a gente que conocéis, en la actitud que toman. Hay más personajes en la casa, así que tenéis dónde elegir: ¿Reaccionas como Ben? ¿O tal vez como el Sr. Cooper? ¿Quizás eres Tom?

Es un experimento muy interesante encerrar a una serie de personas, enfrentarlas a una situación límite y ver como reaccionan. En esa idea se basan los llamados “reallities” que nos invaden últimamente, pero aquí hay una trampa: los personajes saben que son observados, que hay determinadas actitudes que gozan de más popularidad que otras y por lo tanto desaparece la espontaneidad, puesto que se actúa para la cámara oculta, no son reacciones viscerales y además, no hay ningún riesgo para la vida, así que se saben seguros.

Es difícil encontrar la versión original en Internet, esa curiosa fobia que mucha gente tiene hacia el blanco y negro, hace que prefieran ver una versión mucho más inferior que la original, pero mientras sea en color, gusta más. Circula por ahí un remake de hace pocos años al que, sinceramente, no he prestado demasiada atención. Así que lo único que he podido encontrar es la versión original sin subtítulos para ver on line, fantástico para quien tenga buen nivel de inglés:

http://www.cinegratis.org/index.php?module=player&id=2124&title=La_noche_de_los_muertos_vivientes_(V.O)

También he encontrado esta versión doblada, pero que tiene un sonido bastante malo:

http://www.megaupload.com/?d=CNL66U64

Para quien quiera ver la versión moderna:



http://www.peliculasyonkis.com/buscarPelicula.php?s=la+noche+de+los+muertos+vivientes



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