sábado, 19 de junio de 2010

TAROTS DEL PIAMONTE I

La zona del Piamonte también tuvo sus versiones propias del Tarot. Ya a mediados del siglo XVI Francesco Piscina, un estudiante de la universidad Monte Regale, escribió una obra sumamente interesante: “Discurso sobre el orden de las figuras del Tarot”, tema que hoy en día a los estudiantes de Tarot nos sigue apasionando y sobre el que seguimos debatiendo.

Se trata de un ensayo en el que el autor hace un estudio sobre las distintas formas de jugar a los naipes en la zona piamontesa, pero esa no es la parte más interesante. En su obra, Francesco opinaba que la numeración de los Arcanos seguía un orden muy concreto de cara a proporcionar una serie de enseñanzas morales. El Loco sería el bufón y narrador de la historia, que representa el recorrido por las experiencias vitales que constituyen los triunfos del Tarot.



De este modo, todos los Arcanos Mayores van desfilando ante nosotros encarnando las distintas cualidades que ha de aprender el ser humano a lo largo de su vida, hasta llegar a la culminación, que sería la perfección absoluta representada por los Cuatro Evangelistas que aparecen en el Arcano del Mundo. Así que ya en el siglo XVI nos encontramos con una de las muchas interesantes teorías que tratan de explicar, no tanto el origen como la función del Tarot. Para Francesco sería una especie de compendio de educación moral siguiendo la fe cristiana.

Como puede verse, este libro es una prueba documental de primer orden para quienes se interesan por la historia del Tarot y los movimientos que se fueron produciendo, geográficamente hablando, en su expansión europea. Curiosamente, de épocas posteriores al libro de Francesco Piscina, que se sitúa en el año 1.565, se conservan varios documentos oficiales que hacían referencia a la fabricación, distribución y venta de los naipes en general y del Tarot en particular, pero no nos han llegado barajas completas, solamente alguna carta solitaria y en pésimo estado de conservación.

La razón de esto es muy simple, el papel en la zona era muy barato, así que proliferaron los editores de cartas, pero no se conservan naipes en buen estado puesto que la materia prima era barata, porque era de baja calidad, así que no resistió el paso del tiempo.
La primera baraja completa y bien conservada que nos encontraremos del Tarot piamontés es una impresa en el año 1.736 en Serravalle Sesia, en la provincia de Vercelli. Su editor se llamaba Giuseppe Ottone y actualmente se conserva en el Musero Fournier de Naipes de Vitoria-Gasteiz. De años posteriores se conservan algunas barajas que se creen de la misma zona.

Realmente no destacan por su originalidad, puesto que son prácticamente clónicas de los Tarots de Marsella de la época. El diseño es muy parecido al de las francesas, como también es similar enl proceso de realizaciónasí que no podemos decir que aporten demasiado a la creatividad dentro del diseño del Tarot.

En el Tarot de Serravalle, quizás destacaría la figura del Diablo con esos seres del inframundo surgiendo de las llamas. También la sorprendente versión del Sol con esa especie de danza que realiza la pareja en un florido jardín. Cabe destacar la torsión imposible del cuello de la joven (cercano a los que realizaba la niña del Exorcista).


La Fuerza también impresiona, sometiendo al león al aplastar su lomo con los pies y la Justicia alada… Realmente son sólo detalles que me llaman la atención. La cuestión de fondo es que, salvo detalles pictóricos, la línea que siguen estas cartas es muy similar a la marcada por los Marsellas. Veremos en la próxima entrada, como evolucionaron con el tiempo los Tarots Piamonteses.

Aquí podéis conocer las imágenes del Tarot de Serravalle:

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