sábado, 3 de julio de 2010

TAROTS DEL PIAMONTE II

En Turín, capital de Saboya y Piamonte, existían también fábricas de cartas, desde principios del siglo XVIII, pero no han llegado hasta nuestros días más que una baraja manufacturada en la Fabrique Royale que luego pasó a ser Ferme Royale, casa que gozó de gran prestigio y que, curiosamente, fue creada indirectamente por el duque Carlos Manuel III, que según parece era un entusiasta del Tarot y de cualquier cosa que tuviera que ver con las cartas.

Durante todo el siglo XVIII se siguieron fabricando barajas piamontesas siguiendo el modelo de Marsella. De hecho, fueron uno años en los que se reguló legalmente la fabricación de cartas, el control sobre la producción llegó a ser tan grande que se estableció un sistema de timbres o sellos distintos para determinar la zona de procedencia; esto vendría a ser algo similar a la denominación de origen que hoy conocemos para distintos tipos de productos especialmente del sector alimentario.


Los años comprendidos entre el final de siglo XVIII y el comienzo del XIX, estuvieron marcados por los acontecimientos políticos y bélicos que tuvieron como consecuencia que el Piamonte fuera anexionado a Francia. Lo que no mermó en absoluto la producción de naipes de la zona, por el contrario, no sólo siguió su curso sino que incluso aumentó. Las autoridades no son tontas y desde el punto de vista fiscal, era un campo de producción muy interesante.

En la fabricación de cartas de Tarot se establecieron dos corrientes en la primera mitad del siglo XIX. Por un lado estaban los productores fieles al modelo Marsella que no introdujeron ninguna novedad especial, por aquello de que “Para qué lo voy a cambiar si así funciona.

La otra corriente no se puede decir que fuera altamente innovadora, pero si que se dieron algunos cambios en su afán por distinguirse. Las modificaciones más sustanciales se aprecian en el idioma de las leyendas que aparecían en las cartas, que pasaron a imprimirse en italiano. También se dieron algunos cambios en la iconografía, como por ejemplo la aparición de una mariposa delante de la cara del Loco, dando la sensación de que éste sigue el trayecto que le marca el insecto.

Quizás la novedad más sorprendente la constituye, en torno al año 1.870, la aparición de barajas piamontesas en las que las figuras aparecían dobles. Esto es, tomar la mitad superior de la carta y duplicarla de tal manera que tanto derecha como invertida, la imagen es la misma.

A mí me llamó poderosamente la atención la carta del Colgado, como podéis observar la parte superior de la carta que, lógicamente es la parte inferior del cuerpo del personaje, es la que se duplica, así que la figura del colgado constituye algo tan sumamente surrealista como lo que se puede apreciar en la imagen.

El porqué de esta variación no se sabe con certeza, hay quien dice que era para agilizar el juego, otros piensan que se trata de la influencia del Tarot boloñés que ya practicaba esta duplicidad. El caso es que esta modalidad se asentó y fue utilizada como modelo durante décadas.

En este enlace podéis ver una baraja piamontesa perteneciente al editor Giovanbattista Guala, del año 1.860 aproximadamente, cuando todavía no se estilaba la duplicidad en las cartas.

http://www.elbaulmagico.net/ligures.htm


Aquí puedes visitar la primera parte:

TAROTS DE PIAMONTE I


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