jueves, 7 de octubre de 2010

REY DE OROS

Una auténtica imagen barroca es la que representa al Rey de Oros. Pero tanto ornamento no es gratuito; estamos ante la culminación del trabajo y el esfuerzo. Nos encontramos ante todos los frutos producidos por el empuje del Caballo de Oros; si recordamos la imagen de este último, el paisaje era una tierra trabajada y preparada, lista para madurar, según los ciclos de la vida, en la carta del Rey asistimos, por fin, a esa madurez.

Por un lado están esas hojas de vid verdes, tras las que se pueden adivinar esas montañas azules que nos recuerdan que lo espiritual está siempre presente, aunque quede tapado por lo terreno, ese ocultamiento es sólo en apariencia. También vemos al otro extremo de la carta un castillo que representa la organización del mundo físico en aquello que conocemos como sociedad. Vemos pues, que el Rey de Oros pertenece a dos mundos: el físico y el espiritual, el primero está claramente a la vista, en él está centrado, por el momento, el interés de nuestro personaje. Por otro lado está ese otro mundo, el espiritual, que queda prácticamente oculto por lo terrenal, pero insisto, el hecho de que no se vea no significa que no esté, simplemente es que queda solapado por lo físico.



El Rey de Oros está sentado en un trono sólido e imponente. Flanqueado por esas cabezas de toro, símbolo del signo de Tauro, el más material de los signos de Tierra. Además, el toro es un animal que, en muchas culturas, se consideraba como la representación de la fecundidad y la bravura. También es representación de la fecundidad ese cetro que porta en su mano derecha el Rey de Oros y por supuesto, es un símbolo del estatus que representa en el mundo físico.

Su ropaje es excesivo, pero representa de una manera absoluta lo que es el Rey de Oros, que no es otra cosa que el dominio sobre lo material. Esos racimos de uvas que adornan su traje nos hablan de todo lo que ha conseguido a lo largo de su vida: por un lado es la madurez cronológica, por otro son los logros del trabajo continuado y también de la valentía, puesto que al igual que antes me refería al significado atribuido al toro mitológicamente del valor, vemos que por debajo del vestido, asoma ligeramente la armadura que realmente viste el personaje, es por tanto el rey-guerrero.

Si bien el Rey de Oros goza de los frutos de su trabajo, no deja de estar en un estado de alerta, siempre preparado para cualquier lucha, cualquier reto que se pueda presentar ante él. No es el reyezuelo ocioso, dado exclusivamente a los placeres más terrenales, es el luchador incansable que disfruta de lo que ha conseguido, pero está preparado para defenderlo cuando sea preciso y también está más que dispuesto a conquistar nuevos logros, ya que es ambicioso, aunque su ambición es sana y constructiva.

Vemos que su cabeza está tocada por una corona de tres puntas, que nos recuerda el número de la creación, y un velo rojo que nos habla de acción. No nos dejemos engañar por su aparente tranquilidad, es un hombre de acción, pero regido por la inteligencia material, actuará cuando sea el momento oportuno y bajo las condiciones idóneas. Su mano izquierda sostiene el consabido pentáculo que nos recuerda que su reinado es en el mundo de la materia.


Significados generales: Como todas las figuras del palo de Oros, físicamente puede representar personas de ojos y cabello oscuros. Su carácter sería el que se relaciona con los signos de Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio. Es un hombre maduro, tradicionalmente se asociaba con el hombre casado. Puede representar al consultante, el padre, abuelo, amigo, esposo, etc. pero también puede ser alguien guarda una relación profesional o económica con el consultante: Jefe, supervisor, socio, profesor, etc.
Carácter: Metódico, diligente y eficiente. Es un hombre paciente pero actúa con prontitud y contundencia. Protector, estable, digno de confianza. Decidido, valiente, firme y serio. Trabajador, generoso.
Capacidad para dirigir los negocios. Facilidad para hacer dinero. Buen empleo. Autoridad. Puede referirse a instituciones bancarias y créditos financieros. Apoyo sólido. Buen consejero. En cuestiones sentimentales es más bien neutro. Disfruta de los placeres mundanos y en el matrimonio puede prevalecer el interés por encima del amor.

Invertida: Persona sumamente materialista. Obstinada, dura a veces tiránica. Puede ser avaricioso, egoísta, muy interesado. En ocasiones puede ser un hombre viejo y vicioso. Enemigo peligroso.
Imaginación para el mal. Falta de escrúpulos. Puede representar un caso de cohecho, corrupción o, incluso la bancarrota.

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