viernes, 8 de octubre de 2010

TAROCCHINI DE MITELLI

Me gustaría dar un salto hacia atrás en el tiempo para hablar de una preciosa baraja de Tarot que se hizo en Bolonia en el siglo XVII. Es obra de Giuseppe María Mitelli (1.634 – 1.718), un original artista que, si bien siguió la corriente artística de su época, decidió adaptarla a su propia idiosincrasia. Sus modelos pictóricos eran personas corrientes: vendedores, trabajadores,… gente de la calle, lo queda un valor añadido a su Tarot como auténtico testimonio en imágenes de su época.

También los personajes pertenecientes a los altos estamentos eran reflejados en sus cartas, aunque no salían muy bien parados, puesto que en realidad eran caricaturas más que retratos.



Su baraja fue editada el año 1.669, en realidad tenía forma de libro, se titulaba: “Juego de cartas con nueva forma de tarocchini”. En esta época estaba muy de moda reducir las 78 cartas del Tarot hasta 62, era una forma de hacer más rápido y ágil el juego. Normalmente las cartas sacrificadas eran las numerales de los cuatro palos entre el dos y el cinco, ambas incluidas.


Las cartas de la baraja de Mitelli se entregaban dispuestas en seis tablas y debían recortarse y montarse sobre cartones. Llama la atención el hecho de que ninguna de las cartas tiene leyenda ni numeración. Artísticamente los dibujos se sitúan entre el barroco tardío y los comienzos del incipiente neoclasicismo.

Veamos algunas de las novedades que Mitelli nos ofrece en su baraja. El Mago, al igual que el Loco, es una especie de bailarín o saltimbanqui, pero en el caso del primero, vemos que está rodeado de un nutrido grupo de gente, es lo que podría denominarse un bailarín callejero. Resulta especialmente llamativa la desaparición de la figura femenina de la Papisa, siendo sustituida por otro Papa, los motivos se desconocen; un interesante detalle es que tanto el Papa sustituto de la Papisa como la Emperatriz aparecen de pie, mientras que el Emperador y el Papa habitual están sentados. Curioso.

El Enamorado nos muestra un solitario Cupido portando un corazón en llamas en su mano izquierda mientras la derecha reposa en el arco. Sobre el Carro aparece una dama ligerita de ropa, que bien podría ser una Venus, no hay esfinges ni caballos que tiren de él. La Justicia, es una juvenil mujer que porta los clásicos atributos de esta carta; mención aparte merece el Ermitaño, es nada menos que un Ángel anciano y renqueante que se apoya en muletas para caminar.

La diosa Fortuna aparece en la Rueda de la Fortuna desnuda y sin ninguna compañía, se basta ella sola para derramar sus dones sobre los mortales.

La Fuerza es una mujer que se apoya sobre una columna rota. El Colgado es completamente diferente a todos los Colgados habituales, es una escena en la que un hombre dormido está a punto de ser golpeado por otro que, impunemente ataca por su espalda. La Muerte es un esqueleto que sostiene en una mano la guadaña y en otra un reloj de arena. La Templanza es una joven que trasvasa el agua dando casi por completo la espalda al espectador. El Diablo es un demonio de aspecto imponente rodeado en llamas y sosteniendo un tridente con sus manos.

La Torre en esta ocasión es una impresionante imagen del Rayo de Dios que alcanza a una figura humana, es una imagen sencillamente impactante. Las Estrella es una carta oscura en la que vemos a un campesino que, farolillo en mano, carga con un pesado fardo. La Luna parece la representación de una Diana cazadora, acompañada de un perro y armada con una lanza.

El Sol es un Apolo, lira en mano mientras que el Juicio es un Ángel anunciador que toca la trompeta del Apocalipsis, no vemos ningún ser humano levantándose de su tumba. Por último, nos encontramos la imagen de Atlas sosteniendo el Mundo, pero si nos fijamos bien, no carga el mundo sobre su espalda, sino que lo hace sobre el pecho.
Por último los Arcanos Menores. Como ya comenté, del As pasamos al seis en las cartas numerales. Nos encontramos los cuatro palos habituales: Oros, Copas, Espadas y Bastos. En las cartas numerales aparece una representación normal de cada naipe, las figuras de la Corte son las cuatro habituales: Sota, Caballo, Reina y Rey. Llamativo es el Caballo de Copas que aparece de espaldas (el caballo y el caballero) como lo es también el Rey de Bastos, pero este último es más por su “look” indescriptible. Como curiosidad, las cartas de la Corte del palo de Oros en vez de llevar una moneda gigantesca, portan un saquito de dinero. En las numerales nos encontramos las monedas habituales.

Hay una anécdota sobre algunas cartas de los Arcanos Menores. Según se creía en aquella época en Bolonia, el Tarot había sido creado por un miembro de una familia de la ciudad, los Bentivoglio. Así que Mitelli dedicó su baraja a un miembro de la familia contemporáneo suyo. Este homenaje se reforzó con la inclusión de las divisas de la noble familia, la bellota y la sierra en las cartas Seis y Ocho de Espadas, respectivamente. También aparece en el As de Copas el escudo familiar de los Bentivoglio. Ente tanto homenaje, Mitelli decidió darse uno a sí mismo retratando su busto en el As de Oros.

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