¿Qué pasa cuando tratamos de establecer contacto con un Arcano, y este nos ignora? ¿Estamos preparados para que pasen olímpicamente de nosotros? Estas cosas suceden, y más frecuentemente de lo que pensamos. Las situaciones pueden ser muy distintas, las explicaciones varían según el caso, pero la frustración que nos queda cuando un Arcano no nos hace ni caso, es terrible.
No debemos alarmarnos, en el 95% de las ocasiones, el problema está en nosotros. Primero hemos de comprender qué sucede en el contexto en el que nos estamos moviendo. Generalmente el origen de esta falta de comunicación está en una deficiente preparación inicial. Salvo casos excepcionales, las primeras tomas de contacto con los Arcanos de forma individualizada suelen ser un desastre, la explicación más lógica es que no tenemos costumbre de trabajar con la visualización creativa, no solemos meditar, ni mucho menos realizar relajaciones profundas.